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¡ESTA ES TU ESPERANZA!

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“Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la  cautividad, allí en la provincial, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego”.  (Nehemías 1: 3) Hay vidas en gran sufrimiento porque los muros de su ciudad, de su vida, de sus asuntos, cualesquiera que sean se encuentran destruidos. Sus sueños, sus expectativas se han esfumado. Algunos se sienten sin fe y sin esperanza, como muertos en vida porque lo único que ven a su alrededor es p é rdida, destrucción, dolor. Desde esta madrugada, el Espíritu Santo de Dios me mostraba esta escena y depositaba en lo m á s profundo de mi ser la palabra para todos cuantos en esta hora y desde hace ya algún tiempo, lo que experimentan es soledad, un espacio inhabitable por lo grotesco del fuerte impacto que cada combate, que cada batalla ha dejado a su paso. Parecería que solo quedan escombros y que no hay posibilidad alguna de restauración.  “No hay nada m á s que hacer”, sient

¡PÉSCALOS CON TU ORACIÓN!

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" Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20  Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron". (MATEO 4: 19 - 20)       ¡Péscalos con tu oración! , me dijo el Espíritu Santo de Dios mientras esperaba mi turno en una oficina.      Entonces, vino la palabra de conocimiento: "Lo que necesitas es orar por ellos, presentármelos en oración y quedarán atrapados en el anzuelo. Serán atrapados por mi anzuelo".      Podía verlo claramente. La imagen se hacía visible mientras Él me hablaba: Un pez mordía el anzuelo y este se enganchaba en el pez. Inmediatamente, el anzuelo se convertía en un pequeño candado que se cerraba. El pez quedaba atrapado para siempre. Nunca máz se podría escapar.       Una vez máz, Su voz: "Tu oración por los que no me conocen o por los que no me han convertido en el Señor de sus vidas... Por aquellos quienes no me han hecho Su Dios... Por aquellos que no se sienten sedientos ni hambrientos de mi

UNA GRAN COSECHA SE ACERCA

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No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura;  36  ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos.  37  Porque como dice el refrán: “Uno es el que siembra y otro el que cosecha”.  38  Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y ustedes han cosechado el fruto de ese trabajo. (Juan 4: 35-38) Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. (Lucas 10: 2) Yazmín Díaz Torres      ¡Es tiempo de cosecha! ¡Es tiempo de cosecha!       Te verás en el banco. Te verás bajándote del carro. Saldrás a hacer tus diligencias y, allí mismo, donde menos te lo imaginas, te encontrarás, como por casualidad,  una persona con una terrible y apremiante ne
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Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús,  el mismo que en la cena  se había recostado al lado de él,  y le había dicho:  Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús:  Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo:  Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. (Juan 21: 20-25) Yazmín Díaz Torres      ¡Qué bueno es el Señor! ¡Qué bueno es nuestro Amado Jesús! ¡Qué hermoso y delicado es el Espíritu Santo!      Esta es una de las últimas palabras sobre las cuales el Espíritu Santo me dio convicción y, aunque acerca de todas ellas me gustaría escribir más, mi deber ahora es manifestar la idea tal y como la recibí sin un poco más y sin un poco menos.      No importa cuánto tiempo llevemos sirviendo al Señor, mucho o poco. No importa el servicio, el llamado o ministerio en el cual le servimos.      Dios es celoso y nos ama y protege a todos. Él es el Juez Justo y es quien esc
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"De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él". (Mateo 11: 11) Yazmín Díaz Torres      Otra palabra que resonaba en mi espíritu era esta. Comprendía que el Señor desea que sepas, como siempre, que aunque te sientes tan pequeña e insignificante, para el Señor -¡y debes creerlo!- siempre has sido muy valiosa e importante.      Su amor para y por ti es, nada más y nada menos, como el amor que siente el Mejor Padre y la Mejor Madre por Su hijo o hija.      En realidad es parte de Su favor y Su gracia. No tiene necesariamente que ver contigo en el sentido de que Su amor es gratuito.      Recuerda: Él nos amó aún cuando éramos enemigos suyos.       Es importante recordar que cualquier pensamiento de culpa o condenación que te atormenta, no proviene de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.       En el Antiguo Testamento, Dios le explica al pueb

Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. (Juan 5: 5)

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"Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era el día de reposo aquel día". (Juan 5: 6-9) Yazmín Díaz Torres       Anoche recibí de parte del Señor varias palabras específicas que debía compartir. Hoy comparto una de ellas. Es una palabra específica para algunos. Cada cual sabrá.      En esencia, el Espíritu Santo de Dios me daba convicción de que: 1. Has estado pasando, algunos por demasiado tiempo, por tiempos muy difíciles de gran tribulación. Has sido azotado o zarandeado por un periodo largo de tiempo como el paralítico de Betesda.      Tal vez una enfermedad y ya no tienes esperanza. Tratas de resignarte, pero recuerdas la Pala

¡ACEPTOS EN EL AMADO! (Efesios 1: 3-7)

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Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones.  (1 Pedro 3: 12a) Yazmín Díaz Torres      Mientras leía esta noche la Guía de Pasajes Bíblicos que propone Maggie de Cano para el Ayuno de Daniel, pude experimentar la convicción de la voz del Espíritu Santo:      Me mostraba cuántos de nosotros hemos sido amados, llamados y escogidos por Dios para darnos salvación y para que participemos de la preparación de Su Iglesia desde nosotros mimos hacia afuera, hacia otros:      "Pero nosotros siempre tenemos que dar g racias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad" (2 Tesalonisenses 2: 13-16).       Eso lo sabemos todos. ¿Qué tiene de "especial"? Bueno, es que me mostraba cómo el Señor, por medio de Su Palabra y de Su Santo Espíritu quiere convencernos de que, efectivamente, fuimos

DEVOCIONAL DIARIO

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miércoles, 20 de diciembre de 2017 Estaba también allí Ana,  profetisa, hija de Fanuel,  de la tribu de Aser,  de edad muy avanzada,  pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37  y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día  con ayunos y oraciones. 38  Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios,  y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén. (Lucas 2: 36-38)       María y José fueron al templo a presentar a Jesús según la costumbre.       Simeón, quien había esperado toda su vida por ese momento, pues el Espíritu Santo le había prometido que no moriría hasta no presenciarlo, fue movido al templo por el Espíritu Santo en ese mismo momento.        ¡Y Simeón pudo tomar en sus manos al niño y profetizó sobre su vida, sobre la de su madre y el mundo, conforme el Espíritu le había revelado!       Ana, se presentó a esa misma hora. ¿Casua

DEVOCIONAL DIARIO

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martes, 19 de diciembre de 2019 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; 30  porque han visto mis ojos tu salvación, 31  la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32  luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel. (Lucas 2: 29-32)       Simeón puede parecerle a muchos alguien insignificante, pero para empezar, para Dios nadie lo es. En segundo lugar, no debe serlo cuando se le registra de tal manera en las Sagradas Escrituras.       Simeón es un gran ejemplo de fe y de perseverancia. No se nos dice si alguna vez se cansó de esperar, si llegó a considerar la posibilidad de claudicar en su determinación de no morir hasta ver al Señor, sin embargo, no creo que ese haya sido el caso. ¡Todo lo contrario!       ¿Has conocido tú el cansancio que provoca, entre otras razones, la espera? ¿Ha atacado la duda de si lo que sabes y escuchaste en realidad lo escuchaste o solo son imaginacione