¡…pero Amada, Perdonada,
Rescatada y Sanada!
Yazmin Diaz Torres
¡Qué bueno, qué alivio tan grande nos da saber,
entender y sentir con toda seguridad que sin importar cuál sea nuestra
situación, estamos seguras y protegidas por Dios! ¡Saber que sí somos amadas y
aceptadas por Él!
Más aún, que las cosas no se quedarán igual, que todo
mejorará, que la tormenta pasará.
También, que llegará el descanso, el reposo, las nuevas fuerzas.
Llegará la provisión de todo aquello que se fue, que
se acabó, que hace falta, que se perdió, que nos quitaron, que nos arrebataron.
Tal vez te preguntes: ¿A mí quién me ama? ¿Quién me protege, me cuida y me
defiende? ¿Quién me rescata? ¿Quién me
ayuda? ¿A quién le importo en esta vida?
¿De dónde obtendré nuevas fuerzas? ¿Cómo recibiré la sanidad? ¿Cómo recuperaré lo que perdí? ¿Cómo obtengo lo que necesito?
Las respuestas a estas preguntas están en Cristo y en
su Palabra. Las respuestas a estas
preguntas son parte de las inagotables promesas y bendiciones de Dios para tu
vida.
En primer lugar, es necesario conocerlas. Luego, hay
que creerlas. Entonces, hay que
pedirlas. Finalmente, hay que
esperarlas. ¡Ellas llegarán!
Lo sé porque la Palabra de Dios dice que Él no es
hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta” (Números 23:
19); que “en Él todas las promesas son sí y amén” (2 Corintios 1:20); y que
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las
luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación.” (Santiago 1: 17)
Es decir, Él no cambia de parecer acerca de ti, acerca
de los planes y propósitos que diseñó para ti.
La Palabra dice que Él tiene planes de bien y no de mal (Jeremías 29:
11) para cada una de nosotras.
Jesucristo siempre te ha amado y nunca dejará de
hacerlo. Siempre espera que recurras a
Él. Siempre te escucha. Solo hace falta que le hables y le pidas.
¡Él nunca te
rechazará! ¡Nunca te sacará nada en cara!
¡No te acusará ni condenará!
Así que, ¿qué es lo que necesitas? ¡Reconoce tu
necesidad y conoce la Promesa! ¡Créele
al Señor y a su Palabra! ¡Pídele la Bendición!
y ¡Recíbela!
La Palabra de Dios dice: “Y esta es la confianza que
tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y
si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos
las peticiones que le hayamos hecho.” (1 Juan 5: 14-15)
Amor: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5: 8) “Porque a mis ojos fuiste
de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé;” (Isaías 43: 4) “¿Se olvidará la
mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?
Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de
las manos te tengo esculpida;” (Isaías 49: 15-16)
Aceptación: “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me
recogerá.” (Salmo 27: 10) “Porque te tomé de los confines de la tierra, y de
tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te
deseché.” (Isaías 41: 9)
Perdón: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1: 9) “El volverá a
tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo
profundo del mar todos nuestros pecados. (Miqueas 7:19)
Protección: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi
socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al
resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá
el que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano
derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará
de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde
ahora y para siempre.” (Salmo 121: 1-8)
Defensa: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra
nosotros?” (Romanos 8: 31) “Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me
aborrecían;” (Salmo 18: 17) “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le
temen y los defiende.” (Salmo 34: 7)
Paz, Descanso, Reposo: “En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de
reposo me pastoreará. Confortará mi alma;” (Salmo 23: 2-3a) “Tú guardarás en
completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti ha confiado.” (Isaías 26: 3)
Sanidad: “(Él es) el que sana todas tus dolencias” (Salmo 103: 3b) “Entonces
los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.
Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo;” (Isaías
35: 5-6) “…y por sus heridas hemos sido sanados.” (Isaías 53: 5)
Nuevas Fuerzas: “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no
tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y
caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas
como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
(Isaías 40; 29-30)
Valentía: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu
Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra
de mi justicia.” (Isaías 41: 10). “Dios no nos ha dado espíritu de cobardía;
sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo1: 7)
Cambio, Nueva Vida: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5: 17) : “De cierto, de cierto os digo: El que
oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida.” (Juan 5: 24)
Provisión: “Jehová es mi pastor; nada me faltará.” (Salmo 23: 1) “…no he visto
justo desamparado ni su simiente que mendigue pan”. (Salmo 37:25) “Deléitate asimismo en Jehová y él
concederá las peticiones de tu corazón.”
(Salmo 37: 4)
Libertad: “Así que, si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”
(Juan 8: 36) “Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” (2 Corintios
3: 17)
Gozo y Alegría: “Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y
gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la
tristeza y el gemido.” (Isaías 35: 10) “Has cambiado mi lamento en baile;
desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. (Salmo 30:11) “Puso luego en mi
boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.” (Salmo 40: 3)
Salvación: “…que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres
en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10: 9)
¡Nuestro Señor
Jesucristo te ama, te escucha, te perdona, te protege, te defiende, te provee,
te fortalece, te sana y te da una vida nueva!
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